Carnaval desenmascarado

Se acerca el carnaval, ¿de qué te vas a disfrazar?, ¡eso es muy feo, buscaremos otro disfraz mejor!...
Últimamente son las únicas cosas que mis oídos alcanzan a escuchar, a parte de los murmullos y cuchicheos de todos los días.

Si me pongo a pensar, realmente para mí es un gran día, todos estarán disfrazados y así pasaré desapercibido. Ya no tendrán por qué reírse de mí y de mi aspecto, seguramente estarán ensimismados en lo geniales que van ellos o preocupándose por criticar a cualquiera que quieran cazar como víctima. Pero esta solución solo me vale por un día, luego volverán a atacarme por mi peso, mis gafas o porque me gustan los videojuegos.
Aunque la verdad es que me reconforta saber que no se meten con mi personalidad, en gran parte porque no me conocen tampoco, no me dejan decir ni una sola palabra sin que haya risas o insultos de por medio y eso me retrae. Me gustaría tanto hablar y que me escuchasen...
Quizá deba disfrazarme de algo que me tape por completo, de momia estaría bien, así no me podrían ver y me tendrían en cuenta. Pero... ¿es esta mi única solución? me entristece solo de pensarlo.

El carnaval es una fiesta, supuestamente divertida, aunque con tantas vueltas que le estoy dando se me está revolviendo el estómago. Si es desenfreno, permisividad, descontrol y alegría, no debería estar angustiándome por esto. Quiero salir y que me conozcan tal y como soy. No tengo por qué ser rubia, alta ni delgada para ser "la mejor". Tengo muchísimas cualidades encantadoras.

Puede que deba cambiar ciertas cosas para empezar a sentirme mejor, y así los demás se sentirían bien conmigo al rededor. Debería empezar por estas camisetas y vaqueros anchos, realmente no me gustan, simplemente me siento cómoda al no ver lo que hay detrás de ellos. A parte, no dejan a los demás verme la silueta tampoco y parece que se disimula, pero quiero cambiarlos por ese outfit tan bonito que vi en el escaparate de mi tienda favorita. Además, el flequillo que llevo se me mete en los ojos y me incomoda muchísimo, voy a echarlo a un lado.
No voy a esconder mis complejos nunca más, así desaparecerán, estoy convencida.
Con toda esta euforia, me siento decidida a conocer a gente nueva y mostrarme al mundo. Mañana hablaré con la chica que se sienta atrás del todo, la que parece que tiene pocos amigos, quizá le siente bien hablar con alguien.

Ya está decidido, no va a haber más disfraces que oculten como soy en mi día a día, ni máscaras que me cubren los ojos y la boca. Voy a empezar a quererme a mí misma y a aceptarme.
Aunque en carnaval todo está permitido, haré lo que me apetezca y llevaré lo que mejor me pegue con mi nueva sonrisa.


Comentarios

Entradas populares de este blog

14 de Febrero: como tú no hay nadie, quierete mogollón.

Creatividad.

Rompecuentos.